Más frecuentemente de lo que imaginamos,
existen parejas con relaciones tormentosas que ni siquiera podríamos sospechar.
A veces es incluso tomada como normal esta forma de convivencia disfuncional.
En forma general, cuando las
personas comienzan una nueva relación, nunca es conflictiva; por el contrario,
en un inicio es maravillosa. El problema es que poco a poco, en una forma imperceptible
se va deteriorando, resultando en una trampa, de la que después es muy difícil
escapar.
Podemos hacer la comparación de
las ranas en agua tibia, que si las metes, se van acostumbrando y no se dan
cuenta cuando la temperatura sube, hasta que se encuentran cocinadas… por el
contrario, si tratas de meterlas en una olla de agua hirviendo, sin duda brincarán
y tratarán de huir lo más velozmente posible. Esto es lo mismo que nos pasa en
las relaciones. Comienzan perfectas, se van deteriorando y en tu expectativa de
recobrar todo aquello que fue una vez, cuando las cosas eran bellas, vas
tolerando más y más cosas negativas, más y más problemas y a veces hasta
humillaciones y violencia, sin darte cuenta de que la relación cambió
irremediablemente.
¿Qué sucede que no nos damos
cuenta de lo que va sucediendo? Lo que va pasando es que en principio se entra
en una actitud de “negación”. La negación es un mecanismo de defensa que nos
sirve, precisamente para eliminar todo aquello que no queremos ver. Cuando tu
novio o novia comienza a alejarse, a portarse distante, frío o indiferente,
normalmente comienzas a pensar: “tal vez está cansado, tiene mucho trabajo, se
siente mal, tuvo un mal día”, etc. En sí, tratas de buscar explicaciones para
justificar su cambio de actitud porque no quieres ver que ha cambiado y que te
trata diferente, tal vez con menos interés, tal vez escapándose de la
relación.
También tenemos otro aspecto
importante que es la falta de límites, y recuerda que todo lo que permites, se
vale. Si un día llegó tarde y no dices nada, se vale. Si te dejó plantada, pero
en el afán de no hacerlo enojar, mejor te quedas calladita, se vale y así vas
perdiendo tus límites y todo por el miedo de perder lo que si te dieras
oportunidad de ver claramente, sin negar lo que sucede, tal vez ya ni lo
tienes.
Generalmente, a las personas les
da mucho temor poner límites en las relaciones, debido a que existe la fantasía
de que si no le permites hacer lo que
quiera se va a ir y te va a dejar, y entonces se tiene la tendencia a permitir
de más. La verdad es totalmente opuesta, si le interesas y te quiere, va a
tratar de ajustarse a tus límites; de hecho, es probable que te llegue a
valorar más, porque ve que te valoras a ti mismo. Por el contrario, si no te
valoras, eso se percibe; consciente o inconscientemente y da el mensaje de que
vas a tolerar todo y que no te vas a mover de allí, lo cual produce el efecto
totalmente opuesto al que tu quieres lograr, perdiendo no sólo su interés sino
también su respeto.
Te deseo que tengas muy feliz fin de semana!,
Carmen
Psicoterapetua doctorada en gestalt.
Sesiones individuales para codependientes.
Sesion grupal de seguimiento el próximo jueves 13 de Agosto de 8 a 9.30 PM.
Informes: carmence33@hotmail.com
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