“Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo
cambiar, el valor para cambiar las cosas que puedo cambiar y la
sabiduría para conocer la diferencia".
Una gran constante en los problemas de pareja, es referente al cambio. El error al plantear el cambio es que quieras que sea el otro el que cambie. Como dice la oracion de la serenidad, "sabiduría para conocer la diferencia".
La diferencia estriba en reconocer que puedo actuar solamente sobre mí y lo que no puedo cambiar es al otro. No importa que llore, que haga berrinches, que manipule, reclame, etc. Eso, seguramente no logrará que el o ella quieran cambiar. A lo más, tal vez tratará de evitar la manipulación y con suerte y no se vaya. No podemos cambiar a otras personas, por mas que queramos.
Nuestros esfuerzos, para que rindan fruto, deberán estar basados en nuestra propia transformación personal. Cierto que hay conductas inaceptables en los demás, entonces lo que corresponde no es amenazar ni tratar de convencer, simplemente decide y si no es lo que quieres en tu vida, agradecele y aléjate sin mirar atrás.
"Hoy me enfocaré en mi propio cambio personal, respetando a las otras personas en su forma de ser, recordando que no me corresponde cambiarlas".
No hay comentarios:
Publicar un comentario