SERENIDAD (DIA 55)

SERENIDAD

 

 

¿Cuántas veces has perdido la serenidad al estar en una relación de pareja?

 

Esto es algo muy común, especialmente en las relaciones que se tornan tóxicas, disfuncionales y hasta destructivas.  Al inicio de la relación, obviamente todo es miel sobre ojuelas y al paso del tiempo se distorsiona, volviéndose a veces un infierno. 

 

En la fantasía de perseguir el momento aquel que ya no existe, que alguna vez existió al que yo le llamo "el paraíso perdido", a veces las personas soportan situaciones insoportables y no se dan por vencidas, pensando que un día volverá a ser como antes. 

 

Un aspecto importante de la serenidad, o la falta de ella, es el asunto de empeñarse en cambiar a la otra persona, y en este empeño se pierde precisamente la serenidad, la armonia, el equilibrio y la paz. 

 

La oración de la serenidad de Reinhold Neibuhr, quien era un teólogo que escribió su contenido por los tiempos de la Segunda Guerra Mundial; es un verdadero enunciado de sentido común y sabiduría. Si analizamos sus palabras podemos ver: 

Primero, Aceptar las cosas que no puedo cambiar. Es una realidad que lo único que está en mi poder de transformación SOY YO. No puedo cambiar a otros, no puedo cambiar la vida, no puedo cambiar lo que ya pasó, pero a mí mism@, eso si lo puedo cambiar, por tanto, primer ingrediente para la serenidad es aceptar que no puedo cambiar a nada ni nadie fuera de mi mismo. 

Si yo me empeño cambiar cosas externas, por ejemplo, lograr que otro me quiera, cuando en realidad no me quiere, o que tal vez me quiere pero no como yo necesito que me quiera; o bien, otras cosas más vanales, como que no nací con cierta condición social, apariencia física, etc. entonces probablemente estaré muy enojad@ por esto, resentid@. 

Lo siguiente es cambiar lo que SI puedo cambiar...pero a veces no quiero. Me cuesta trabajo ver lo que YO necesito cambiar, tambien hacer el esfuerzo y el trabajo personal para lograrlo y muchas veces, las personas queremos la "varita mágica" para que nos resuelva la vida. 

En el trabajo de terapia es frecuente que las personas vayan a sesión pensando y esperando que el terapeuta tenga una fórmula secreta, y/o hechizo-varita mágica, con lo cual el problema y la conducta cambiará sin sudar una gota. Todo fácil. 

Somos esclavos de la ley del mínimo esfuerzo. Si me cuesta trabajo, entonces no. No sigo con la terapia, no sigo yendo a grupo, dejo la dieta, mejor me levanto tarde....mas vale malo por conocido...te suena familiar? Mientras tanto tu vida esta de cabeza y la serenidad no existe en ella. 

Nos dice la Kabbalah que sin resistencia ningún foco puede dar luz y cada uno de nosotros somos iguales. Es la resistencia, la disciplina, el hacer lo que me hace bien y no lo que en este momento me parece mas fácil o lo que me es cómodo hacer en automático, lo que me va a llevar a manifestar la luz, la armonía, la paz y la serenidad en mi vida y hacia las demás personas, me quieran o no me quieran. Yo puedo igual amarlas...el amor no es una moneda de intercambio. 

Y por último, la sabiduría para discernir la diferencia....depende de tí. 

Hoy trata de permanecer un rato en el silencio. Hoy trata de mantenerte en la serenidad. 

 

Somos un 75% de agua, los mensajes que enviamos tienen un efecto en nuestro cuerpo y la figura de arriba está hecha con la vibración de la palabra PAZ que es muy cercana o un ingrediente de la serenidad.

En contraste, tenemos la siguiente imagen que procede de el mensaje negativo "me enfermas, te mataré". 

 

 

Las palabras tienen poder y fuerza, se vuelven decretos y tienen un efecto inevitable en la energía y por lo tanto en la composición de tu cuerpo, así como en la vibración que te rodea. 

Te invito a reflexionar sobre qué vibración quieres para tí y moverte hacia ella. Tu eliges...Buenas noches. 

Carmen

carmence33@hotmail.com

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